La mitología griega  es una de las áreas de la teología más interesantes que puede haber, existen un conjunto de personificaciones filosóficas que ayudaban a los antiguos griegos a tener un entendimiento del mundo mucho más concreto. En pocas palabras, la mitología fue una de las consecuencias del instinto filosófico que existe en cada ser humano: el instinto del saber y de comprender.

En la mitología griega hay demasiada tela que cortar, puesto que existen un conjunto de conceptos altamente complejos de los cuales, filósofos como Platón, Sócrates y Aristóteles intentaron abstraer a través de grandes diálogos, axiomas y claro, analogías con los dioses del olimpo y el oráculo de Delfos, los cuales eran las autoridades que se mantenían vigentes en la cuna de la filosófica occidental.

Gracias a la mitología griega, tenemos el arte de la filosofía, dicho arte se puede encontrar en cada uno de los diálogos que definen el paradero del conocimiento del mundo occidental, es decir, los escritos de platón que fueron en primer lugar determinados por su maestro Sócrates.

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