Paso a Paso Demostramos que Somos Eternos, como los Tatuajes

0

Al ver nuestros Tatuajes, voy recordando cuando nos conocimos. Viviendo tan cerca y no sabíamos uno del otro. Teniendo quince años y regresando yo de clases agotado, siento que detrás de mí pasó alguien. Al voltear vi que nuestras miradas se cruzaron y una expresión en tu rostro la sentí similar al mío, diciendo “pero quién es este ser tan interesante”, lo que en un par de segundos se transformó en amor a primera vista.

Yo me quedé extasiado y entré a la casa. Al rato comencé a reprocharme de por qué no le hablé o por qué no la seguí para saber dónde vive y etc., así pasaron varios días hasta que la volví a ver. Nada dije. Pero la seguí y supe donde vivía. Y se transformó en mi camino habitual.

Una persona en común nos presentó, el día de mis mayores nervios. Hablamos y nos fuimos conociendo. Al pasar de los días recordamos cuando nos vimos por primera vez y ambos confesamos sentir lo mismo y que ella me veía pasar frente a su casa pero temía acercarse. Un beso luego de ello, lo dijo todo.

Nos graduamos y partimos a la universidad juntos para hacernos profesionales. Éramos inseparables y envidia de muchos porque no peleábamos, concertábamos. Nos entendíamos a la perfección.

Nos atrevimos en una reunión de amigos y familiares a decir que planeábamos ir a un centro de tatuajes a aprovechar una oferta de tatuajes para parejas  explicando que eran obras donde además de la similitud existía compromiso, sincronía, unión. Que deseábamos hacernos uno para comenzar. Muchos estuvieron de acuerdo y otros pensaban que era muy radical, que sí no funcionaba y etc.

Han pasado los años y seguimos más enamorados que nunca, unimos nuestros brazos y parece que los tatuajes se besan como nosotros que estand casados, nos portamos como esos novios que fuimos luego de una mirada que se tatuó en nuestros corazones y selló nuestras vidas para bien.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *