¿Cómo se debe preparar un futbolista?

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No es extraño seguir las estadísticas de un partido de fútbol y ver la distancia recorrida por cada equipo o por un jugador. Y es que, en el futbol moderno, un futbolista corre una media de entre 10 y 12 kilómetros en 90 minutos.

Es curioso cómo los datos indican que Pelé no hacía más de 4 o 5 kilómetros por partido, o que en los mundiales de Alemania 74 y Argentina 78 solo aumentase hasta los 6 u 8 kilómetros; un gran cambio frente a los números que tenemos actualmente.

Lo importante de las estadísticas y las rutinas de cada jugador es que nos ayudarán a saber cómo se le irá el partido. Es una forma genial para hacer pronósticos gracias a la información previa que manejamos.

Cuatro ritmos de carrera de un futbolista

Como puedes intuir, ningún futbolista para corriendo al máximo de su velocidad todo el partido (hasta 35 Km/h los jugadores más rápidos). Para tomar aire y llegar frescos al final del encuentro, los ritmos de un jugador promedio son los siguientes siguiente:

  • Trote lento o caminar – 72%
  • Carrera continua – 18%
  • Sprints explosivos – 7%
  • Control del balón – 3%

Esto supone que un futbolista, a lo largo del partido, se pasa más de 60 minutos trotando en busca de una oportunidad. La otra media hora es llevando el balón, acompañando la jugada o, en unos 6 minutos, corriendo a máxima velocidad.

Para darle un poco de contexto a estos datos, podemos hablar de que un sprint (alrededor de 30 kilómetros por hora, según el jugador) no dura más de unos segundos. Recorre en este tiempo unos 20 o 30 metros, sumando un total de 2 kilómetros al final del partido.

Según el resto de ritmos de carrera, un futbolista recorre andando o trotando casi 7 kilómetros, llegando a algo más de 1 500 metros durante la conducción o la carrera continua.

La preparación del futbolista es fundamental

Como hemos dicho no siempre se hacían estos números, ya que el estilo de juego era diferente. Pocas veces veíamos a un delantero bajar a defender o a un defensa subir a rematar en los últimos minutos. Mucho menos al centrocampista que hoy se conoce como box to box.

Pero hoy es común que los jugadores (y sus entrenadores) exijan lo máximo. Y para ello, nada como contar con una preparación física muy diferente a otras épocas del fútbol, además de modificar los hábitos de descanso y alimentación de hace años.

También han cambiado los cuidados de recuperación tras los partidos y entrenamientos, muy parecidos hoy en día a los de un corredor de élite. Los vendajes neuromusculares o los fisioterapeutas especializados están a la orden del día, así como nuevas tecnologías de rehabilitación.

También debemos tener en cuenta la exigencia a la que se ve sometido un futbolista, que puede llegar a acumular más de 50 partidos por temporada si contamos con competiciones locales, continentales y campeonatos con las selecciones nacionales. De ahí que la ciencia y la medicina estén en constante desarrollo para esta rama.

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