Los taxistas españoles exigen cancelar las licencias de Uber

Actualmente en todo el mundo se está viviendo una revolución en torno a los servicios de transporte público gracias a la aplicación Uber. Esta permite contactar a cualquier carro particular que pueda prestar sus servicios como transporte. La idea en sí parece no afectar a nadie pero, realmente, los taxistas están viviendo una verdadera calamidad.

Taxistas españoles en contra de Uber

Uno de los principales problemas que han surgido en los últimos tiempos es que los taxistas españoles están afrontando una gran competencia que no tiene precedentes y que no está regulada por el gobierno.

Son muchas las personas que cuentan con una licencia para poder trabajar como transporte registrado en dicha aplicación, inclusive, se ha llegado a creer que en España existen, actualmente, más permisos para laborar como transporte particular en Uber que taxistas. Este conflicto no está permitiendo a los taxistas españoles conseguir un buen número de clientes.

Cada día son más las personas que prefieren solicitar los servicios de Uber, lo cual pone en riesgo el trabajo de muchos. No existe, hasta ahora, ningún tipo de equilibrio pautado por el estado que permita una regulación de este fenómeno.

Además de la competencia laboral también hay un problema mucho mayor. Los taxistas españoles deben cumplir con una serie de permisos, registros y papeleos para lograr ejercer tal profesión.En cambio, los individuos que laboran por medio de Uber, se saltan todo este tipo de trámites y sólo requieren un identificación básica.

Lógicamente, al no estar registrados debidamente los transportistas que prestan sus servicios en Uber, evaden cualquier tipo de impuesto que esté ligado a estos servicios. Este problema ha irritado aún más a todos los taxistas españoles, los cuales exigen una respuesta inmediata por parte del estado.

Hasta ahora no existe una contestación contundente y esclarecedora del gobierno, pero para los próximos meses se espera una regulación y nuevas leyes que puedan poner las cosas en orden nuevamente.