La evolución económica de los últimos años y las perspectivas de futuro

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Un análisis rápido de la situación a nivel global y nacional, rematado con una mirada a los próximos años.

 

Lo notan las familias, lo notan los trabajadores y lo señalan los profesionales del sector: la situación económica está pasando por una etapa de cambio a nivel global. No solo se está dando en nuestro país, en España, es un fenómeno que está afectando a todo el globo, algo que está demostrando una naturaleza cambiante que obliga a prestar especial atención a todos aquellos que pertenecen al sector financiero o al económico.

 

¿Qué está pasando en todo el mundo? Y, mirando a un radio más cerrado, ¿qué está pasando en España? Vamos a responder a todas estas preguntas haciendo un repaso de la situación de la economía tanto en terrenos internacionales como en el ámbito nacional y, además, vamos a levantar un poco la mirada para echar un vistazo a los años que están por venir.

 

La economía está cambiando en todo el planeta y, aunque hay países que todavía se encuentran en una clara situación de desigualdad, el optimismo está extendiéndose por todo el globo, como verás a continuación.

 

La situación a nivel global

 

La situación economía mundial está totalmente definida por la calma tras el castigo de la crisis económica a nivel global. Todos los responsables de llevar a cabo políticas de carácter económico están teniendo un mayor margen de maniobra que les permite operar con flexibilidad y que está dejando ver estrategias de lo más dispar en todos los puntos del globo terráqueo.

 

Se está registrando una aceleración del producto mundial bruto; pero es algo que se debe sobre todo al reflejo de la actividad desarrollada en países avanzados como los que componen Asia. A pesar de esto, naciones como Brasil, Nigeria, Argentina y la Federación de Rusia han registrado también una mejora que les ha llevado a contribuir una tercera parte en la tasa de crecimiento global registrada entre 2016 y 2017.

 

No obstante, el reparto de riqueza y beneficio sigue estando desigualmente distribuido. Los países cuya actividad económica más fuerte es la exportación de productos básicos siguen sin conseguir tasas fuertes y no tienen un futuro demasiado halagüeño. Además, la subida del endeudamiento a nivel general por el planeta y las dudas sobre las políticas que se están poniendo en marcha están consiguiendo que, a pesar de que han mejorado las condiciones para invertir, sigan habiendo reticencias que impidan un repunte.

 

La situación a nivel nacional

 

Reduciendo el espectro y centrándonos en España para hablar de la situación a nivel nacional, los informes emitidos por el Ministerio de Hacienda hablan de un gran dinamismo en el PIB, registrando un crecimiento del 3,2% en el año 2016 que casi duplica al de la zona euro, con un 1,8%.

 

El gasto en el consumo privado y la inversión a nivel productivo son los principales motores de este crecimiento del Producto Interior Bruto, algo en lo que ha influido un aumento también en la renta bruta de las familias españolas. La disminución de la tasa de desempleo está favoreciendo que cada vez haya más personas con puestos de trabajo y que, a su vez, la economía de los diferentes hogares tenga unas perspectivas más optimistas, generando también un gasto que alimenta el ciclo económico del país.

 

Por su parte, el sector privado ha registrado un descenso en la deuda de hasta 50 puntos con respecto al PIB, aunque en 2016 se registraba un total del 166,1% del PIB a la hora de hablar de cifras de deuda. Las exportaciones de bienes y servicios también están contribuyendo, con una tendencia al alza en cuanto a crecimiento, pero con un ritmo variable. De hecho, en 2017 hubo una pequeña desaceleración que bajó el índice de este crecimiento hasta un 2,4%.

 

Perspectivas de futuro

 

La previsión de futuro tiene en el cambio del precio del crudo un importante elemento a tener en cuenta a la hora de hablar de números y evolución. Mientras el precio del euro bajaba con respecto al dólar, el barril de petróleo ha elevado su precio hasta superar los 75 dólares. En base a esto, los expertos coinciden en que, de cara a 2019, la moneda europea rondará los 1,18 dólares y la tasa de inflación se elevará hasta 2 puntos.

Las variaciones del precio del petróleo hacen que se planteen dos escenarios que afectarán más o menos a la inflación y que, por ende, variarán el valor de nuestra moneda. Si este sube, se mantendría el citado 2%; no obstante, hay atisbos de una posible bajada hasta los 65 dólares, algo que cambiaría el porcentaje hasta el 1,5% para 2018 y el 1 para 2019, vigorizando al euro y aumentando su fortaleza de cara al mercado internacional.

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