Pedirle matrimonio a su pareja

Ya no es sólo cosa del hombre a la mujer. Ya también lo solicita la mujer al hombre. O la mujer a otra mujer. O el hombre al otro hombre. En fin, el compromiso creció y eso es bueno, porque comprometerse significa entrega, responsabilidad, unión, buenas intenciones, anhelos en dueto, amor, libertad de ser quien se es sin irrespetar la unión que está en puertas y que está revestida en el deseo e intención de ser, para siempre. Toda esa verdad se afianza cuando todas las parejas del mundo portan sus anillos de compromiso.

Lucirlos no es decir que se es propiedad del otro. Es demostrar que van en serio en la salud y la enfermedad, en el bien y en el mal. Que si asistieron a una tienda especializada en anillos a comprarlos, grabarlos y armar la ocasión mágica para entregarlos, es que la fuerza del amor les impulsó y que ambos quieren ser de ambos tal cual como son y en pro de mejorar como pareja y familia.

Que esa bella tradición tan sincera, jamás muera.

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